miércoles, 14 de septiembre de 2016

PROCESS OF GUILT + BERUNA

Process Of Guilt / Beruna
21-10-14, Sala Sentinel (Astrabudua, Vizcaya)


Hace más de un año, concretamente el 25 de Abril de 2013, que en la Sala Sentinel de Erandio iban a actuar Process of Guilt, tras haber actuado cinco días antes en el reputado festival Roadburn Fest. A ellos les acompañarían los locales Beruna. Y, casualidades de la vida, el pasado Martes 21 de Octubre nos encontramos en la misma sala y con el mismo cartel. Todo un 'déjà vu'. En aquella ocasión, a parte de compartir la velada con muy pocos asistentes (y eso que la capacidad de la 'sala' no es que sea muy grande precisamente), tan solo pudimos ver una sola canción de Process of Guilt porque el evento empezó con mucho retraso y el transporte público tiene unos horarios algo limitados en Bilbao y su periferia. Así que con una gran espina bien clavada desde más de hace un año, volvimos a la Sala Sentinel a disfrutar de los lusos.


Para abrir la velada estaban los chicos de Beruna, un trío que se mueven por los fangosos sonidos del Stoner, Doom, Sludge, etc esta vez para este concierto en su faceta experimental. Presentaron el que será su nuevo trabajo, que lleva por título ‘Tunguska’ a modo de concierto especial, ya que tan solo han tocado este adelanto que muestra su evolución en tres conciertos y, tal y como ha comunicado el grupo, por ahora no volverán a ejecutar en directo dichas canciones. Y la verdad es que la evolución es de notable. Se han vuelto mucho más limpios en las composiciones, que son totalmente instrumentales, en las cuales no se echa, para nada, de menos una voz que las guíe. Bueno, tan solo hubo unos berridos rasgados en la última canción por parte del bajista y del batería que quedaron bien, no precisaban de más ni de menos. Si lo comparamos con la propuesta que ofrecían en su EP de nombre homónimo a lo que nos ofrecieron esta noche no hay comparación. Por aquél entonces sus influencias más crusties eran mucho más notorias que actualmente, vamos, que han pasado de ser unos rebeldes a volverse un refinados.
La ejecución en directo estuvo bastante bien, aunque eché en falta un poco más de interacción con el público, ya que tan solo el batería agradeció a los asistentes con unas palabras al final de su actuación. Aunque quizás con ello quisieran crear la atmósfera adecuada para su música. Además, el sonido de la guitarra estaba bajo respecto al resto de instrumentos. Pero pese a ello, son un grupo que se disfruta en directo y tienen un concierto bastante ameno. Echo en falta que sepan promocionar más su música, ya que son un grupo con la suficiente calidad para tener un renombre en el underground nacional. Por ahora tan solo lo tienen a nivel local, esperemos que con este largo despunten como grupo.


Turno de los lusos: sin mediar palabra alguna subieron al escenario y empezaron como la anterior vez, con el tema que abre su anterior largo ‘Faemin’, “Empire”. Estos casi diez minutos de composición son de mis favoritos de toda su discografía, un auténtico subidón de adrenalina tan solo iniciar el concierto y que hace que conectes musicalmente con el grupo en muy pocos segundos debido a sus riffs repetitivos en los cuales se van añadiendo otros elementos. Siguieron con el mismo disco y en el mismo orden, por lo que fue turno de “Blindfold”, con esa ira que desprenden las voces.

Pero el verdadero motivo por el cual estaban girando era haber editado un compartido junto a los suizos Rorcal. En todas las fechas nacionales excepto en Bilbao actuaron ambos grupos, pero en ésta, la gira se bifurcaba. Una lástima, la verdad. Eso sí, no iban a dejar pasar el promocionar dicho compartido. Es por ello que, en el mismo orden que aparece en el disco, ejecutaron las tres canciones con las cuales colaboran, a saber “Movement I”, “Movement II” y “Movement III”. Pese a que el grupo apenas entabla una conversación con los asistentes, su música habla por ellos y es que, como he comentado antes, en cuanto entras y conectas con su bucle sonoro, al tocar una canción tras otra, sin pausas, se acaba por perder la noción del tiempo. Y eso que la Sala Sentinel no deja de ser un bar, con una tarima a modo de escenario y el propietario de la sala que también ejerce de técnico de sonido, por lo que no es el escenario más idóneo en cuanto a comodidad ni calidad de sonido para llegar a conseguir entrar en el mundo de los lusos. Y pasó tan rápido el tiempo, que el concierto llegaba a su fin con la canción que lleva por título su último largo, “Faemin”, el cual no pude disfrutar hasta el final por culpa de los limitados horarios del transporte público nocturno bilbaíno.

Pocas palabras se pueden añadir a esta buena experiencia. Lo que sigue sorprendiendo es cómo un grupo como Process of Guilt, que es aclamadísimo en un festival como el Roadburn, apenas congregue treinta personas. Y más actualmente, que parece que estos sonidos lentos están en auge. Pero bueno, es volver a la pregunta del nunca acabar y que es un auténtico círculo vicioso y sin salida. Por lo menos tenemos la suerte de que piensen en Bilbao cuando organizasen la gira, ¡menos es nada! Y por supuesto, siempre es un auténtico placer poder ver y escuchar la visión de desesperación, agonía y tristeza que los lusos saben plasmar con los respectivos instrumentos.


9 Nov 2014

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