XVII BRUTAL ASSAULT 2012
08/08-11/08-2012
Jaroměř (República Checa)
Un año más nos hemos desplazado hasta la fortaleza de Josefov en Jaroměř (aproximadamente a 150km de Praga, República Checa) para presenciar la decimoséptima edición del mayor festival a modo de open air en centro-europa, bautizado como Brutal Assault.
Hacía dos años desde nuestra presencia en dicho evento y creímos que, al igual que habían mejorado algunos de los trenes que te llevan de la capital hasta la ciudad donde se realiza el evento (idénticos a los trenes de las películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial), lo habrían hecho algunos aspectos del festival. Pero no fue así.
El mayor problema organizativo de este festival sigue estando presente. Si ya en su momento os contamos que las entradas de los 16.000 asistentes se comprobaban una a una por medio de miles de páginas impresas de las cuales solamente se encargaba de ello una sola persona y que ocasionaba colas quilométricas, este año seguía sucediendo lo mismo, y eso que la afluencia del festival ha aumentado considerablemente. Esto ocasionó, de nuevo, quejas, malestar, abucheos y tener que esperar horas y horas para hacerse con la pulsera que da acceso al recinto festivalero. La verdad, sigue sin entrarme en la cabeza como en un festival de este calibre sigue sucediendo esto, y aunque la organización haya pedido disculpas, más que este gesto lo que deberían hacer es tomar medidas, que ya van muchas ediciones. Pero bueno, al igual que en la anterior ocasión, pasado el enfado por esta situación y una vez dentro de la fortaleza, las cosas cambian.
El espacio natural en donde tiene lugar, con dos escenarios principales y, como novedad, un tercero más pequeño en la otra punta del recinto, así como la amplia variedad gastronómica y de bebidas a muy buen precio, sin contar las actuaciones que siempre gozan de muy buen sonido, suman todos los atractivos para disfrutar del Brutal Assault. La verdad es que los checos se lo montan muy bien: fiesta – concierto presentación del festival, Warm- Up, tres días de festival de 11:00h a 03:00h y fiesta post-concierto. Una auténtica locura seguir este ritmo, por lo que nos centraremos en introducir un poco los conciertos pertenecientes al Warm-Up y repasaremos a fondo los tres días de festival propiamente dicho.
A diferencia de otros años, en donde en el Warm-Up actuaban grupos del underground checo escogidos previamente por los asistentes, en esta ocasión también lo hicieron grupos de otras nacionalidades y de renombre, como fue el caso de los patrios Root, los ingleses Anaal Nathrakh y los franceses Alcest. La verdad es que los de Birmingham hicieron un concierto nefasto, con V.I.T.R.O.L. en muletas y cantando fuera de lugar constantemente. El dolor de pierna, creo, no suele afectar al cuello y pese a su mala actuación, las canciones más bien ejecutadas fueron “Bellum Omnium Contra Omnes”, “Submission Is For The Weak” y “Do Not Speak”. En cambio, los franceses Alcest ofrecieron una actuación correcta pero fueron de los pocos grupos en todo el festival que tuvieron mal sonido ya que los preciosos coros de Zero apenas se percibieron.
DÍA 1
Esta edición ha sido la de las cancelaciones, y la mayoría a última hora, por lo que los grupos que debían reemplazar a Deicide, Heathen, Dødheimsgard y Fields of the Nephilim no fueron tan reconocidos como los cancelados. Gracias a ello abrieron Noostrak, grupo en donde milita uno de los organizadores de este open air. Su propuesta es un Deathcore bastante típico, con un vocalista de buenos registros y que dieron un espectáculo interesante para ir caldeando el ambiente. También aprovecharon esta oportunidad los blackmetaleros Trollech ataviados con corpse-painting a las once y media de la mañana con un calor infernal. Y a ellos les siguieron Brutally Deceased, algo más conocidos en la escena metalera gracias a su Death Metal a la vieja usanza muy potente y brutal.
Llegó el turno de Totem, un grupo polaco de Metalcore de composiciones correctas pero faltas de inspiración y muy similares a la propuesta de Walls of Jericho, con una cantante femenina de registro muy lineal y similar al de Angela Gossow (Arch Enemy). Y prosiguió la mañana con el trío calavera americano Toxic Holocaust y su Thrash Metal macarra con canciones como “War Is Hell”, “Wild Dogs” o “Nuke the Cross”. La verdad es que no se echa en falta a un segundo guitarra que dé fuerza a su actuación porque ellos tres son todo un terremoto encima del escenario. Y precisamente con fuerza pusieron punto y final a sus 35 minutos de gloria con “Bitch”, de su último trabajo.
Los goregrinders suecos General Surgery ofrecieron, una vez más, una actuación 'a ritmo de zapatilla' en la cual sonaron “If These Walls Could Talk”, “Slithering Maceration of Ulcerous Facial Tissue” y la versión de Carnage “The Day Man Lost”, incluida en su recién editado disco compilación. Pero lo que me sorprendió fue que, a primera hora de la tarde, actuara uno de los grupos ‘padres’ del Crossover como son Corrosion of Conformity con un set-list bastante centrado en su nuevo largo con las canciones “Psychic Vampire”, “The Doom”, “Rat City” pero también nos deleitaron con algún que otro clásico como “Loss of Words”, “Mad World” y “Deliverance”. Tras ellos, los ingleses Lock Up revolucionaron a los asistentes con su Death/Grind. Nunca han sido un grupo que me haya llamado la atención, encuentro que les falta “un algo” difícil de describir y, pese a que he tenido la oportunidad de verles en sinfín de ocasiones, a su favor he de decir que gracias a su último trabajo, con sonido más Grind, disfruté de su directo que ha sido el mejor de los ¿seis? anteriores que he visto. Como siempre, son un grupo que obtiene mucho feedback del público y utilizaron el mismo set-list que en el Hellfest, que incluye “Pleasures Pave Sewers”, “Accelerated Mutation”, “Detestation”, dos versiones de Terrorizer (“Storm of Stress” y “Fear of Napalm”), entre otras.
Pasamos de los sonidos más extremos a otros más melancólicos a ritmo de los fineses Swallow the Sun. Para mi sorpresa, empezaron su actuación con la canción que abre su nuevo trabajo. Digo sorpresa porque es una canción de diez minutos con sinfín de cambios que, tal y como demostraron, supieron ejecutar en directo de forma bastante correcta, aunque el sonido no fue nada bueno. A ello le siguió “Hate, Lead the Way” y “Cathedral Walls”, del mismo largo, para acabar con las clásicas “Psycophat’s Lair” y “Swallow (Horror Pt 1)”. La verdad es que esta actuación fue una de las más flojas que he visto del grupo. Y volvemos a cambiar de sonidos para pasar al Death Metal fiero de los brasileños Krisiun, de los cuales hace mucho que apenas se tienen noticias. Con temazos como “The Will To Potency”, “Combustion Inferno”, “Bloodcraft” y “Ravager” nos ofrecieron, tal y como nos tienen acostumbrados, un directo en mayúsculas con su carismática simpatía.
Y llegamos a uno de los dos cabezas de cartel de la noche: Ministry. El drama de los americanos respecto a “esta es mi última gira”, “ahora es mi gira reunión pero no editaremos nuevo disco”, “oh no, espera, hemos editado un nuevo disco y vamos a girar” se acaba olvidando al verles en directo. Siempre han sido un grupo que me ha gustado aunque no entusiasmado, pero se les debe ver en directo ni que sea una vez en la vida, es de obligación. ¡Indescriptible! El siempre carismático líder y frontman Al Jourgensen, ahora más parecido a Ozzy Osbourne debido a la edad, no paró quieto en la hora de duración. Si que es verdad que en algunas ocasiones le faltaba el aire y tiraba de los coros pre-grabados, pero uno ya tiene una edad y ese tipo de cosas son normales y supo como hacer que apenas se notara. Canciones ‘de toda la vida’ como “No W”, “Rio Grande Blood”, “LiesLiesLies”, “Watch Yourselves”, “The Last Sucker”, “Just One Fix” junto con las nuevas “Ghouldiggers” o la poderosísima “99 Percenters” nos hicieron disfrutar de su directo. Sin duda, un grupo que gana en vivo respecto a sus discos.
Los otros cabezas de la noche eran Dimmu Borgir. Sinceramente, tras su trabajo ‘Death Cult Armageddon’ no me he molestado en saber más de ellos pero tenía curiosidad en cómo se defenderían en directo sin contar, físicamente, con toda la orquestación que caracteriza sus discos. Una semana antes, hacían un concierto especial en el festival alemán Wacken junto a la Czech National Symphonic Orchestra y digo yo, ¿para qué hacerlo en Alemania si actuaban en la República Checa a la siguiente semana y así los músicos no tendrían que desplazarse tantos kilómetros?. ‘Pajas mentales’ mías a parte, la verdad es que el set-list de los noruegos, escuchado en casa, está muy bien y es muy acertado porque se centran en sus primeros trabajos. Eso sí, está muy bien pero, como he dicho, escuchado en casa. El problema de su actuación es la predisposición del grupo: escasa fuerza, poca puesta en escena, carencia de entusiasmo,…. vamos, toda una decepción. Pero ya os digo, la culpa es del grupo no del set-list porque con canciones como “Spellbound (By the Devil)”, “On Death’s Embrace”, “Dimmu Borgir”, “Ritualist”, “Puritania”, “Progenies of the Great Apocalypse”, “Mourning Place” e incluso el single de su último trabajo llamado “Gateways” (aunque la voz de Agnete de Djerv esté sampleada, la canción queda muy pobre) si hubiera habido un poco más de entusiasmo por parte del grupo, hubiera sido un buen directo. Además, otra cosa que no me gustó es que muchas de las partes de teclados y coros que, en su momento, crearon Mustis e ICS Vortex han sido modificados dando lugar a armonizaciones bastante pobres y fuera de lugar. Una auténtica decepción.
Otro de los grupo más aclamados fueron Nile, quienes a diferencia de sus ‘accidentadas’ actuaciones en nuestro país, se mostraron una banda muy comunicativa con el público, dejando de lado esos desagradables modales mostrados en España. Incluso Kart Sanders se permitía el lujo de realizar gracias y coñas con los asistentes y se mostraba sonriente, ver para creer. Musicalmente hicieron lo que de ellos se espera, un show que cumple gracia a su excelsa técnica, y que mostraron con su enésimo bajista en su formación. La verdad es que el culmen de su actuación se produjo con sus dos últimos temas, la épica “Sarcophagus” de su mejor trabajo ‘In Their Darkened Shrines’ y el homónimo y aplastante tema de “Black Seeds of Vengeance”.
Pero lo que realmente más había esperado durante el día llegó a escena a la una de la madrugada: los noruegos Arcturus. Liderados por el carismático Simen Hestnæs (aka ICS Vortex) estos ‘piratas espaciales’ brindarían una nueva oportunidad de ofrecer su directo a aquellas personas que no tuvieron la oportunidad de presenciarles cuando estaban en activo. ¿Habrá estabilidad en la banda de cara a un nuevo disco? ¡Quién lo sabe! Lo que sí sabemos que es Simen se metió de lleno desde el primer instante al público, interactuando en más de una ocasión con el público a imitar a algunos de sus ‘falsetes’, ¡y vaya si lo consiguió! Divertidas anécdotas a parte, musicalmente no desentonaron para nada, con un set list y preparado para repasar todas sus obras con sus riffs ‘cirquenses’ y voces ‘teatrales’. A dos temas por disco, cabe resaltar “The Chaos Path” y “Master of Disguise”, extraídas del clásico ‘La Masquerade Infernale’ fueron netamente aplaudidas junto con la ‘blacker’ e hipnótica “Raudt Og Svart” con la cual dieron por cerrado su esplendido show.
Y con este primer día tan intenso, no solo por las actuaciones, ya sabéis lo que conlleva ir a un festival y en el estado en que se queda uno, nos retiramos a reponer fuerzas, ¡que aún nos quedan dos días más!
DÍA 2
La destrucción alcohólica del día anterior pasó factura y, debido a ello, nos perdimos las actuaciones de los americanos Cattle Decapitation y de los progresivos suecos Vildhjarta. Eso sí, llegamos a tiempo para empezar el día con un poco de tralla a ritmo del Thrash Metal que ofrecen la sensación americana Warbringer.
Este joven grupo de Thrash Metal ofrece un directo bastante potente, con mucha entrega y complicidad con sus seguidores. Como no, los circle – pits estuvieron presentes en todo momento a ritmo de canciones como “Living Weapon”, “Wake Up….Destroy”, “Shoot To Kill” y “Total War”. Pese a que no es un grupo de mi agrado, su puesta en escena es muy buena y ganan mucho en directo. Pero estos jóvenes aun tienen camino por recorrer para llegar al nivel de otros americanos: la legendaria banda de Death metal Incantation. Al carismático y entrado en canas John McEntee y sus chicos les tocó lidiar con una tempranera hora (alrededor de las 14.00 horas), pero ello tampoco supuso problema alguno para el cuarteto de Pennsylvania, ya que himnos como “The Ibex Moon” o “Devoured Death” de sus primeros elepés brillaron por si solos para una actuación que con unos no muy apropiados condicionantes (de día, sin apenas juegos de luces) que cumplió con lo que se espera de ellos.
Y pasamos de un ‘clásico’ a un grupo de reciente creación pero con músicos de larga trayectoria como son Vallenfyre. Tengo que ser sincera, pese a ser seguidora de Paradise Lost y saber que Mackintosh militaba en éste, el de este festival fue mi primer contacto con su música. Su propuesta de Death / Doom Metal es interesante pero, a la vez, decepcionante. La mayoría de los riffs que utilizan son muy similares a la propuesta de Paradise Lost pero la voz tan rota, y estropeada, de Gregor no acaba de cuajar con el conjunto musical. De todo su set-list, las canciones que más me convencieron fueron “Ravenous Whore” y “Cathedrals of Dread” porque se alejan de esos riffs similares a Paradise Lost, van hacia un terreno más deathmetalero y la voz de Gregor queda más acorde con lo que la música pide.
Seguimos con el Death Metal, esta vez de la mano de otra legendaria banda como son los alemanes Morgoth. Reunidos hace dos años, y con el único fin como otras tantas formaciones de finales de los ’80 / principios de los 90’ de actuar en festivales, se dejaron de experimentos raros (lo digo por el indigestible ‘Feel Sorry for the Fanatic’) y ofrecieron lo que todo aquel fanático del Death Metal espera de ellos, un set repleto de clásicos himnos como “Sold Baptism”, “Suffer Life”, etc de su debut ‘Cursed’ o “Burnt Identity” y “Pits of Utumno” extraídos del minicedé ‘The Eternal Fall’ entre otros. ¡Los viejos rockeros (aunque sobrepasen los 40 y tantos) nunca mueren!
Con Municipal Waste siguió avanzando la tarde. De toda la oleada de jóvenes grupos de Thrash Metal, éstos son los que más repercusión han conseguido. Pese a ser un grupo muy divertido en directo, utilizando siempre grandes dosis de humor y de buenas composiciones, en disco siempre me han dejado muy fría. Suerte que en el directo las cosas cambian. Una actuación sensacional, con circle – pits por doquier, dejándonos las vértebras con canciones como “Unleash the Bastards”, “Wolves of Chernobyl”, “Beer Pressure”, “Sadistic Magician” o “Born To Party”. ¡Una actuación muy divertida!.
Nos acercamos a los cabezas de cartel de la noche, pero antes, los ingleses Napalm Death llegaban al festival para destrozarnos los tímpanos con su Grindcore presentando su último espectacular trabajo titulado ‘Utilitarian’. Creo que a estas alturas son pocos los que no han disfrutado de un concierto de los de Birmingham, ya que es un grupo fácil de ver y que nunca decepciona. Evidentemente, no decepcionó en el festival checo. Sus cincuenta minutos de actuación fueron intensos desde el primer momento empezando por la canción que abre su nuevo trabajo, titulada “Circumspect”, y centrándose sobretodo en este largo porque, a excepción de algunas pocas, tocaron casi todo su nuevo plástico en directo. Eso sí, no se olvidaron de deleitarnos con algún que otro clásico (sobretodo del disco ‘Scum’, ¿será por la inminente reedición celebrando los 25 años desde su lanzamiento?) como son “Suffer the Children”, “You Suffer”, “Scum”, la versión “Nazi Punks Fuck Off” e “Instinct of Survival”.
Los cabezas de cartel de la jornada del Viernes eran Amon Amarth y Machine Head. Ya lo siento por sus seguidores pero a servidora no le convencen ninguno de los dos grupos, pese a haber visto a ambos en directo, y, por ende, no les vi. Eso sí, no me perdí a los siguientes, un clásico como son Converge. Hay grupos que, por más que quizá no sean tu predilección, por su trayectoria musical es casi de “obligación” verles una vez en la vida, y los americanos son uno de ellos. La verdad es que me sorprendió gratamente su directo ya que son un grupo muy activo, con mucho feedback con el público y la selección de canciones estuvo acertada. “Jane Doe”, “No Light Escapes”, “Dark Horse”, “Concubine”, “Reap What You Show” e incluso la versión de Entombed “Wolverine Blues” con Tomas Lindberg (At the Gates, Lock Up) a la voces. A otros rockstars que pudimos ver cerca del escenario disfrutando de los de Boston fueron Napalm Death, con los que acaban de editar un compartido.
La media noche es ideal para adentrarnos en las melodías tristes de los ingleses Paradise Lost. Aquellos que hayan podido verles en directo en alguna ocasión, sabrán que Nick Holmes no es el mejor cantante de directo, más que nada porque suele desafinar bastante y, debido a ello, las actuaciones suelen quedar insulsas. En mi caso, como han sido varias las veces que esto ha sucedido, decidí cambiar el chip haciéndome la idea de que Holmes iba a fallar con su instrumento y así poder disfrutar del concierto. El set-list escogido fue un resumen de su carrera con alguna que otra canción de su nuevo trabajo (que promocionarán en nuestro país a principios de Octubre) como son la poderosísima “Honesty In Death”, “Tragic Idol”, “Fear of Imprending Hell” e “In This We Dwell”. Además, no podían faltar los clásicos del grupo como “Erased”, “Forever Failure”, “One Second”, “As I Die”, “Enchantment” y el predecible final a ritmo de “Say Just Words”. Personalmente, es un grupo que prefiero ver en sala en vez de al aire libre, más que nada porque el ambiente es más íntimo, aspecto que bajo mi criterio pide su música, pero aun así mi sabor de boca fue bueno porque creo que, de todas las veces que les he visto, esta es la vez que Nick Holmes ha estado más acertado con su voz.
Hoy en día que parece que esté tan en boga el Death Metal técnico, todo esos adolescentes masturba-mástiles con acné deberían de chequear a los padres y una de las bandas más influyentes en dicho estilo como son los canadienses Gorguts. Simplemente con decir que fue de lo mejor del festival se me antojaría quedarme corto. Luc Lemay y sus secuaces dieron toda una lección magistral del Death Metal más retorcido, intrincado, vanguardista y técnico inimaginable. Bajo mi punto de vista obtuvieron el mejor sonido posible en lo que al festival se refiere y eso que sorprendió ver a Patrice Hamelin de los extintos Martyr a los parches en vez del a conocidísimo John Longstreth. Fuere lo que fuere, la experiencia de poder disfrutar en directo de cortes extraídos de álbumes de culto como ‘Considered Dead’, ‘The Erosion of Sanity’ u ‘Obscura’ por parte de esta innovadora banda hizo el resto para auparse al cajón del ‘top 3’ en lo que a actuaciones se refiere de esta edición del Brutal Assault.
Se acerca el final de la jornada con nada menos que a ritmo de los americanos Pig Destroyer. Al igual que Gorguts, estos también son difíciles de ver, sobretodo por tierras españolas. Es más, apenas se ha sabido poco o nada de ellos, desde su último lanzamiento en 2008. Los americanos venían dispuestos a descargar su Grindcore en su amalgama más ruidosa a todos los asistentes del festival. Y lo consiguieron. Una auténtica bomba sónica descargó en todo el festival casi a las dos de la madrugada con temazos como “Thought Crime Spree” o “Hymn”. Además, nos deleitaron con una canción nueva de lo que será su próximo trabajo titulado ‘Book Burner’ y que verá la luz a finales de Octubre. Su puesta en escena es, también, una auténtica locura estando constantemente volteando por el escenario cual poseídos. Después de verles, poco o nada queda de cordura en tu cabeza.
No sé si lo recordareis cuando lo mencioné pero, como novedad de este año, la organización puso un tercer escenario más pequeño y con actuaciones de grupos, mayormente locales, de menos renombre. Así que después de destrozarnos el cerebro con el ruido de los americanos, fuimos directos al masoquismo a ver qué se cocía en dicho escenario (el único cubierto) y nos encontramos con But. Sí, todos sabemos que los checos están locos, solo hay que ver imágenes (ya no digo asistir) de alguna de las ediciones de Obscene Extreme Fest. Y el verles fue como estar en dicho festival. Este grupo, con su propuesta Grindcore, acabó de destrozar la poca cordura que quedaba en el festival. Pudimos ver, perfectamente, a los ‘carismáticos personajes’ típicos de los festivales de sonidos más extremos desfasando a más no poder a las tres de la madrugada.
Qué mejor que acabar la jornada festivalera con la archiconocida locura que caracteriza a los checos cuando se habla de los sonidos más gorrinos y extremos. Ver para creer.
DIA 3
Llegamos al último día del festival con cierta incertidumbre en los horarios de las actuaciones de los grupos. Como comentamos, las cancelaciones de última hora no habían sido completamente resueltas y a ello se unieron imprevistos ajenos al festival, véase problemas con el transporte aéreo. No sé si este festival tiene ‘la negra’ pero tanto hace dos años como en esta edición, el último día muchos de los grupos cancelaron y/o cambiaron la hora de su actuación debido a problemas con los aviones. Pese a que finalmente afectó, más que nada a la actuación de Sodom que pasaron de actuar de las 18h a las 02h de la madrugada, el resto de retrasos afectaron en toda la sección preparada de meet and greet del festival, dejando a seguidores y medios sin poder tener un contacto directo con los grupos.
Los australianos Be’Lakor han sido una de las sensaciones de este año con su tercer largo titulado ‘Of Breath and Bone’. Aprovechando que están girando por primera vez en Europa en un tour dedicado a festivales veraniegos, no dudamos en ir a ver su propuesta de Melodic Death Metal después de sorprendernos gratamente al haber escuchado su último trabajo. La entrega de estos jóvenes chicos hizo que su directo fuera muy ameno, con mucha gente de buena mañana disfrutando de su música a ritmo de “Venator”, “Remnants”, “Neither Shape Nor Shadow”, “Sun’s Delusion”, entre otras. Nos dejaron un grato sabor de boca que hizo que su actuación supiera a poco.
Seguimos la mañana con Death Metal, esta vez con un clásico como son los belgas Aborted. Ya no sorprende verles en escenario y no reconocer a ninguno de los miembros, a excepción del creador y líder Sven "Svencho" de Caluwé. Y es que con el nuevo largo, titulado ‘Global Flatline’, Svencho ha hecho ‘limpieza de componentes’ y nos ha presentado unos nuevos. Y precisamente pudimos disfrutar de este disco en directo, con canciones como “From a Tepid Whiff “, “Expurgation Euphoria”, “The Origin of Disease” y “Global Flatline”, sin olvidar anteriores discos con temas como “Meticulous Invagination” o “Dead Wreckoning”.
¡Más Death Metal! Si empezamos el día con su amalgama melódica, y lo seguimos con la clásica, ahora toca la experimental. Y que mejor que contar con Textures para ello. Un directo arrollador, y lleno de ira por su enfado con la compañía aérea que les llevó hasta el festival, de la mano de las canciones “Surreal State Of Enlightenment”, “Storm Warning”, “Sanguine Draws the Oath” y “Laments of an Icarus”. Aunque estas melodías progresivas nos hicieron disfrutar, lo hicieron mucho más los americanos Immolation con un directo que nunca, con todas sus letras, decepciona. Nuestra vértebras quedaron hechas polvo con una de las mejores actuaciones de todo el festival (y que en breve pisarán nuestro país) a ritmo de “Close to a World Below”, “Swarm of Terror”, la implacable “Majesty And Decay”, “Into Everlasting Fire”, “No Jesus, No Beast” y “Under the Supreme”. Como no, el grupo liderado por Dolan y Vigna lleva tal compenetración entre sus componentes que los directos son sublimes. Un sabor de boca tan bueno que esperamos con muchas ganas el volver a repetir la experiencia dentro unas semanas en nuestro país.
No cambiamos de estilo para pasar a ver a otro de los grupos de Death Metal americano más popular (no por ello, de calidad), nos referimos a Six Feet Under. Y es que el descolocante inicio fue algo premonitorio del esperpéntico show a cargo del polémico y entrado en años Chris Barnes, ya que fue escuchar los primeros compases del conocidísimo corte ‘Stripped, Raped and Strangled’ de Cannibal Corpse cuando un servidor se echó las manos a la cabeza. ¿Pero qué demonios era esto? No se si será fruto del paso de los años o qué, pero se vio a un Chris Barnes muy endeble vocalmente hablando, sin ganas y muy dejado con esas lánguidas orejas fruto de las excesivas y maltrechas dilataciones en sus orejas. ¿El ‘dumbo’ del Death metal? Sea lo que fuere, el resto de su set tampoco varió un ápice del más marcado suspenso, con una nueva versión de los de Buffalo en forma de “Hammer Smashed Face” y una “T.N.T.” de AC/DC para cerrar su actuación. Es una pena que músicos con tanto talento y reputación como Kevin Talley (ex – Decrepit Birth o Misery Index) o el bajista Jeff Hughell (ex – Vile o BrainDrill) le acompañen y malgasten su tiempo en post de los royalties. Totalmente prescindibles y decepción mayúscula.
Llegamos a los cabezas de cartel del último día del festival, véase At the Gates e Immortal. A los primeros ya tuvimos la ocasión de verles hace un año en el festival Neurotic Deathfest con esa ‘gira reunión de contadas fechas’ que les ha llevado a ofrecer una extensa gira. Una vez más, y van en estos tres días de festival, volvimos a ver a Tomas Lindberg encima del escenario vociferando cual poseso temas como “Slaughter of the Soul”, “Cold”, “Windows”, “Raped by the Light of Christ”, “Need”, “Suicide Nation”, vamos, clásicos para contentar a sus seguidores adornados con un directo muy ameno y con mucho ‘feedback’ con los fans. Nunca han sido un grupo que me haya entusiasmado especialmente pero en ambas ocasiones disfruté de su enérgico directo.
Pero yo tuve suficiente con un par de canciones y preferí desplazarme hasta el ‘escenario pequeño’, llamado Club Stage, para coger buen sitio y poder ver, al fin y por primera vez (evidentemente), a los fineses Shape Of Despair en una de las pocas y primeras fechas que ha ofrecido la banda este año en su primera toma de contacto con los directos. A pesar de ser el escenario más ‘austero’ de todo el festival, el ambiente intimista (luces muy tenues bañadas por la oscuridad del recinto) y la atmósfera expectante que se respiraba y que se concentró en torno a ellos fue simplemente la perfecta para presenciar tan magna y colosal actuación. Simplemente se dejaron llevar por la música, todos ellos con una mirada hipnótica, fija y perdida en el horizonte, sin apenas interactuar entre tema y tema con el abarrotado público. Henri Koivula bailó con la más fea y es que no es nada fácil sustituir al gran vocalista Pasi Koskinen (ex – Amorphis y Ajattarra), siendo flanqueado en un segundo plano por la angelical voz de Natalie Koskinen, vestida cual druida con su capucha y todo. El sonido acompañó para embellecer más si cabe extensos temas como “Curse Life”, “Angels of Distress”, “Still Motion” o “To Live for My Death” que incluso llegaron a emocionar (con lágrimas en los ojos) a algunas personas de las primeras filas. ¡Simplemente una oportunidad única hasta la fecha de poderles contemplar!
Después de tal magnífico concierto, quedándonos hipnotizados por las melodías tristes de los fineses, cambiamos de tercio para poder ver a los ingleses Godflesh y entrar en trance con su Metal Industrial. Si no te gustan, no entiendes su directo al ver una pantalla de fondo con dos hombretones (uno al bajo y otro a la guitarra) haciendo ‘ruido’. Tienes que dejar que sus riffs te transporten a su peculiar mundo y entrar en el trance que hará que disfrutes de su música. Y eso mismo pasó al son de “Like Rats”, “Avalanche Master Song”, “Mothra” y “Crush My Soul”. Espectacular el hecho de poder ver a estos genios en directo y caer en sus redes psicóticas musicales, toda una experiencia.
Se acerca el final del festival, no sin antes disfrutar de una de las atracciones y ‘rarezas de ver en directo’ como son Virus. Mostrándose simpáticos y cercanos en el ‘meet & greet’ que se celebró unas horas antes, el master-mind vanguardista Czral acompañado de su inseparable baterista Einar y sus chicos ofrecieron una lección de ‘eclectismo’ con su bizarra música. El ‘rodante’ Czral (recordemos que debido a su aparatosa lesión el pobre ha de ayudarse de muletas para andar y una especia de taburete con ruedas para campar a sus anchas en el escenario) llevó siempre la batuta del repertorio compuesto de 8 temas, repasando desde su debut ‘Carheart’, pasando por ‘The Black Flux’ o su último opus ‘The Agent That Shapes the Desert’. Comparado con su debut en directo que pudimos presenciarles en 2011 en Londres, se les nota que cada vez están más sueltos y menos encorsetados musicalmente hablando con esas características disonancias, ritmos bizarros y estribillos alarmantemente pegadizos. Curiosa la estampa cuando la gente de Sodom pululaban por las inmediaciones laterales del escenario 'metiendo presión' para que los noruegos acabaran cuanto antes.
Pese a que los noruegos tenían que cerrar esta decimoséptima edición, lo acabaron haciendo los germanos Sodom debido a, tal y como hemos comentado al inicio del escrito, problemas con el transporte aéreo. Su actuación fue muy corta y el grupo se veía cansado pero dispuesto a actuar, eso sí, acelerando los temas para ir al hotel a descansar. Su set-list se compuso de canciones incluidas en el CD recopilatorio celebración de los treinta años de la creación del grupo. “In War and Pieces”, “Sodomy and Lust”, “M-16”, “City of God”, “Agent Orange”, “Remember the Fallen”, “Bombenhagel” fueron algunas de las que sonaron. Debido al cansancio y a las altas horas de la madrugada, pocos fueron los que se quedaron a ver a los alemanes y hubo poca actividad entre el público durante la actuación. Pese a ello, el rápido concierto que ofrecieron estuvo correcto.
Una edición más se va. Pese a todos los ‘problemas’ para acceder al recinto sean graves, sigue sorprendiendo como países no tan desarrollados social y económicamente cuenten con este tipo de festivales de cartel atractivo, con un área tan exclusiva como la Fortaleza de Josefov, rápidas soluciones a los problemas ajenos a la organización, sonido siempre impecable, precios más que competitivos y, sobretodo, puntuales en las actuaciones (el mayor retraso fue de cinco minutos de reloj). Vamos, casi perfecto. Es una lástima que, por ejemplo, en nuestro país, que aunque no cuente con mucha tradición metalera, siga sin haberse consolidad un festival de este calibre con el paso de los años. Solo podemos disfrutar, y de vez en cuando, de festivales grandes que apenas duran un par de años con carteles más que vistos y que todo lo que lo envuelve son problemas y malestar. Ahí es donde queda reflejado lo retrasados que estamos en este aspecto cultural, en lo que a Metal se refiere, por mucho que se hable de que aquí tenemos grupos con calidad. Es necesario hacer una autocrítica y alardear menos y dejar de ‘dorarnos la pildorita’ y empezar a actuar. De mientras, nos tocará recorrer Europa para disfrutar de este tipo de propuestas.
23, 26 y 29 Sept '12
Pitchline Zine
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