Devin Townsend
Project
27 – 10 – 2012
Sala Roundhouse, Londres (Reino Unido)
Desde
que en 2008 se anunciara la vuelta a la música del polifacético Devin Townsend
después de años sin dar señales de vida, todo lo que le ha envuelto a él y a su
música ha ido cosechando tan buenos frutos que su fama, actualmente, es mayor
que la que le dio en su día su grupo de éxito Strapping Young Lad. Desde
entonces, además de editar increíbles larga duración, ha ofrecido espectáculos
especiales y/o temáticos pero siempre relacionados con esta nueva etapa llamada
Devin Townsend Project. Al ser un hombre de personalidad inquieta, cuando su
manager le preguntó qué le quedaba por hacer, de su imaginación creó The
Retinal Circus. Y este es, precisamente, del evento que hablaremos el cual repasa
los 20 años de carrera de este canadiense de una forma distinta a la ofrecida
hasta ahora centrándose en el apartado visual y en la puesta en escena.
Con
entradas agotadas desde hace muchísimos meses, esta exclusiva actuación en la
londinense sala The Roundhouse (para capacidad de unas 4.000 personas) creó las
más altas expectativas respecto a la publicitada cirquense puesta en escena,
así como que los seguidores realizásemos apuestas de quienes iban a ser los
invitados en estas tres horas de velada. Además, días antes del evento, se
facilitó, a todos aquellos que se quedaron sin entrada, la opción de comprar
por un módico precio un código para poder ver la actuación en streaming.
Llegado
el día y una vez instalados en Londres, fuimos hasta el barrio de Camden para
saciar la intriga de este exclusivo evento. Con una hora de retraso respecto a
lo anunciado, se abrieron puertas y aun tuvimos que esperar media hora más para
presenciar el inicio de la actuación. Finalmente aparecieron a escena dos
duendes, los cuales habían estado repartiendo máscaras de Devin entre los
asistentes minutos antes a la apertura de puertas, para dar inicio a la
actuación. Menuda sorpresa cuando de repente apareció, en las pantallas de la
sala, Steve Vai como padrino y conductor de una noche que repasaría toda la
carrera musical de Devin. Para aquellos que no lo sepan, Steve Vai introdujo a
Devin en el mundo de la fama musical en su gira del ‘Sex And Religion’ del año
1992. Por ello, este virtuoso era imprescindible en una actuación como esta.
Vai nos presentó a los personajes/actores que iban a ser los protagonistas del
espectáculo, entre ellos al protagonista Harold del cual, de sus sueños, la
música de Devin iba a ser la protagonista.
La
actuación se inició junto a un coro compuesto por actores, con los hits que abren su último trabajo ‘Epicloud’ como son
“Effervescent”, “True North” y “Lucky Animals”. Con ello ya pudimos ver a una
de las artistas invitadas y que todos imaginábamos, como es la presencia y voz
de Anneke Van Giersbergen. Las coristas de Gospel se conviertieron en salvajes
animales bailando por el escenario y peleando entre ellas según sonaban las
canciones. Le siguió “Planet of the Apes” del disco ‘Deconstruction’ que sonó
bastante caótica y a mi me dio la sensación de que hubo algún fallo de
coordinación. Vai volvió a hacer de maestro de ceremonias con juegos de
palabras que dieron paso a “Truth” y “War” del disco ‘Infinity’. Pero una de
las cosas que reflejó lo peculiar de la personalidad de Devin fue la creación
de su alter-ego el alienígena adicto al café Ziltoid, otro de los personajes
especiales que no iban a faltar a esta velada. Su nave espacial aterrizó en la
Roundhouse y apareció el carismático Ziltoid a ritmo de “Planet Smasher” que,
entre otras cosas, encontró a su media naranja que, en una graciosa
conversación por teléfono, ella le cuenta que se ha quedado embarazada y que
van a ser padres . ¿Cómo supimos que estaba embarazada? Pues porque un enorme
pene apareció en escena y penetró a una enorme vagina y, de ella, salieron muchos
globos blancos. Como somos mayores y sabemos lo que ello simboliza, de la
vagina apareció un mini Ziltoid a ritmo de “Babysong” el cual papá Ziltoid tuvo
que cuidar y alejarse de los vicios y admitir las responsabilidades que
conlleva tener un hijo luchando contra las tentaciones reflejadas en “Vampolka”
y “Vampiria”, todas ellas del disco ‘Synchestra’. El hecho de tener un hijo es
una experiencia llena de amor y por ello “Addicted”, del disco de nombre
homónimo, fue la siguiente en sonar. Pero seguimos con Ziltoid y su conquista a
La Tierra para conseguir su dichosa taza de café con “Colour Your World” y “The
Greys” y así llegar al fin de la primera parte de este especial evento alcanzando
la hora y media de actuación. Steve Vai nos dio 30 minutos de descanso para
coger fuerzas y volver con energías renovadas.
La
segunda parte del espectáculo se inició en formato acústico con solo Devin y su
guitarra en una inédita versión de “Hyperdrive”. Y ya que estábamos en un
formato más íntimo y lleno de paz interior, Anneke apareció para seguir en
formato acústico con “Ih Ah”, del disco en directo ‘Unplugged’ y posteriormente
en ‘Addicted’. Tanto buen rollo y, como se dice hoy en día “vomtiando puke
rainbows” llevó a otra dosis con “We Where Belong”, del último lanzamiento.
Pero Steve Vai volvió a hacer acto de presencia y le reprochó a Devin que tanto
que habla de sexo, drogas y R’N’R y le achacó que no tocaba nada de su material
antiguo en donde esta temática era frecuente. Vamos, Vai nos estaba diciendo
que Devin nos vendía la moto y le retó a que tocara algo de Strapping Young
Lad. Un monólogo de convencimiento interior de Devin no quería hacerlo pero
entre los abucheos del público y la repentina aparición del que fue el
guitarrista de Strapping Young Lad, Jed Simon, no le tocó más remedio que tocar
“Detox” de su obra maestra ‘City’. Os podéis imaginar lo que eso supuso para
las 4.000 personas allí presentes, viendo parte de algo que desde 2006 no veía
nadie. Servidora puede contar esta experiencia, y de milagro, ya que la
avalancha que hubo entre el público fue épica (resultado de ello fueron los
cientos de objetos que, al acabar el concierto, podías ver olvidados en el
suelo). Después de este subidón de adrenalina no nos dejaron ni tiempo para
asimilar lo ocurrido ya que siguieron con “Bend It Like Bender” con Jed y
Anneke encima del escenario. El buen rollismo siguió con “Life” del mítico
‘Biomech’ bajo el proyecto Ocean Machine, llenándose el escenario de hippies
bailando alrededor de un árbol y nuestro protagonista Harold enamorándose de
una jovenzuela a la que le pide matrimonio. Y en esta tónica de paz y amor no
podía faltar “Kingdom” originaria del disco ‘Physicist’ y regrabada en ‘Epicloud’.
Fue el momento para que Harold y su amada se casaran y el escenario se llenó de
curas y simuló ser una iglesia. De repente, en las pantallas de la sala
apareció un Devin invocando al diablo interno de cada uno, en donde pudimos ver
la faceta monologuista del artista y que nos dio las pistas necesarias para
saber que la siguiente canción iba a ser “Juular”, single de ‘Deconstruction’ y
en la cual colabora Ihsahn, pero no, el noruego no era uno de los músicos invitados,
lástima. El diablo volvió a aparecer en pantalla odiando a Devin (auto odiándose,
vamos) y dicho monólogo dio lugar a otra grata sorpresa con, de nuevo, Jed
encima del escenario interpretando “Love?” del disco ‘Alien’ de Strapping Young
Lad. Pudimos ver a Jed totalmente emocionado llorando a lágrima suelta y
agradeciendo el inmenso apoyo que los seguidores de SYL le brindaron aquella
noche. Cuando Steve Vai mencionó en su discurso las palabras ‘sex and religion’
muchos nos ilusionamos al pensar que tocarían alguna canción de dicho disco pero
en vez de ello dieron paso a la pastelosa “Colonial Boy” y finalizaron con la
preciosa “Grace” de la mano de Anneke y unos acróbatas que nos cortaron la
respiración y nos llenaron de confeti.
Pese
a que Devin dijo que “Grace” era el final, como todo, siempre existe un bis,
además, todo este espectáculo de tres horas formaba parte del sueño de Harold y
éste debía despertar. Tras adecuar el escenario para ello, similar a un salón,
con dos sofás, cervezas, un televisor y una consola XBOX, Harold despertó de su
sueño y fue a casa de un amigo. ¿De quién? Ryan (batería) y Brian (bajo)
estaban tranquilamente tomándose unas cervezas en dicho salón y viciados a la
consola cuando llegó Harold, seguido de Dave (guitarra), de Devin con su
habitual indumentaria de tejanos y camiseta beige, vino también Anneke y, por
último, Jed Simon. Este encuentro entre amigos dio paso a tocar, por primera
vez, la canción “Little Pig” solo disponible en la edición digipack de
‘Epicloud’. Todos los actores participantes en esta velada entraron en este
improvisado salón para acabar celebrando una fiesta por todo lo alto. Como dijo
Steve Vai, estas tres horas resumen al a perfección distintos capítulos de la
vida de un hombre, la recompensa del trabajo duro y que, si nos unimos, podemos
ser todos uno. Filosófico cuanto menos.
The
Retinal Circus se resume como un espectáculo de puesta en escena arriesgada, en
donde al principio hubo fallos en la coordinación entre actores, retraso en las
retrasmisiones de Steve Vai y alguna que otra desafinación y entrada fuera de
tiempo por parte de Anneke, pero a grandes rasgos fue interesante y muy
atractivo para todos los seguidores de este ecléctico artista canadiense.
Personalmente, y aunque realmente no ha repasado toda su carrera musical
dejándose trabajos tan importantes como ‘Terria’ o ‘Accelerated Evolution’,
creo que se excedió en tocar canciones del disco dedicado a Ziltoid, del cual
está preparando un segundo acto, y por ello la primera parte de esta velada se me
hizo un poco pesada. Además, al haber tanto movimiento encima del escenario e
imágenes en las pantallas, llegaba un momento que uno no sabía ni donde mirar.
Por suerte, esta bizarra noche será plasmada en un DVD que verá la luz a
mediados del próximo año para rememorar esta inolvidable noche y no perderse
ninguno de los detalles de lo allí acontecido. Pero lo más especial de todo, y
creo que aquí hablo tanto en mi nombre como todos los que estuvimos allí o los
que vieron el espectáculo en streaming, fue el hecho de que
sonara algo de Strapping Young Lad. Por más que Devin insista en que eso no
ocurrirá, cada vez hay más indicios de que tenga que comerse sus palabras y
realmente espero que así sea y poder disfrutar de una gira reunión de ese
mítico grupo (está de moda reunirse, ¡no sé a qué esperan para subirse al
carro!).
La
verdad es que toda esta palabrería, y es mucha, se queda corta con lo que se
plasmó así como falta de detalles. Como comenté, era imposible estar atento a
todo el magnífico trabajo que hicieron los actores y malabaristas allí
presentes y fue tal lo ‘especial’ de dicha velada que uno se deja llevar y
acaba por perderse detalles. Es por ello que, aquellos seguidores de esta
formación, tanto si estuvieron presentes en dicha velada como lo vieron desde
sus casas, deberían comprarse el DVD ya que dicha noche fue solo y
exclusivamente para que la disfrutaran los más acérrimos a las composiciones
del genio de New Westminster. Un espectáculo solo apto para fans.
11 Nov '12
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