lunes, 19 de marzo de 2012

DRACONIAN - A Rose For The Apocalypse

DRACONIAN - A Rose For The Apocalypse 
Napalm Records, 2011 

 Pese a los pocos trabajos de estudio, y aún menos conciertos dados por el grupo, los suecos Draconian poseen un renombre en la escena referente al Gothic Metal. Sin ser un ultra grupo títere de importantes discográficas, como otros combos de mismas características con apenas carácter en sus composiciones y que no hace falta mencionar, ellos saben como seguir ofreciendo calidad en sus trabajos. 

 ‘A Rose For the Apocalyspe’ es su cuarto largo. Como es normal en ellos, con escuchar el primer riff ya sabes qué es lo que estás escuchando y es que los suecos llevan años utilizando la misma fórmula, con pequeñas variaciones entre disco y disco, que les ha llevado a ser todo un referente dentro del Doom Metal más accesible a los oídos, ese mezclado con música de vertiente gótica. Su anterior trabajo, ‘Turning Seasons Within’ obtuvo muchas críticas porque se centraron en unos sonidos más comerciales y dejaron de lado la perfección entre lo mejor de los sonidos Doom y lo mejor del género gótico, que consiguieron en ‘Where Lovers Mourn’. Ahora, tras tres años de espera, su nuevo trabajo se ha vuelto a centrar en la vertiente más triste y pesada del Metal. 

 Cuando lanzaron al mercado el single presentación llamado “The Last Hour of Ancient Sunligh”, pensé que habían creado una segunda parte de su anterior disco ya que en la canción predominan las melodías góticas sin fundamento alguno. Por suerte, no han caído en ese error. ‘A Rose For the Apocalypse’ vuelve a sus raíces Doom, teniendo siempre presente la temática del amor y del dolor por el desamor. Sí, es cierto que su anterior trabajo sigue estando constante en este largo ya que canciones como “The Drowning Age” o “Dead World Assembly” así lo reflejan, pero también existe una renovación. En “Deadlight”, por ejemplo, utilizan el recurso del basso continuo como complemento de la melodía que, a su vez, está marcada por un vals. Otra canción a destacar, y para mi la mejor del disco, es “Elysian Night” que, con sus melodías exóticas y juegos con el silencio, complementados por los dulces susurros de la voz de Lisa, la dotan de especial sentimiento y conexión con el oyente. Y hablando de silencios, “The Quiet Storm” y “The Death of Hours” son otros ejemplos de jugar con pausas y sonidos tristes y lentos, transportándonos a sus primeros y aclamados discos.  

Dejando de lado, por un momento, la música de los suecos y centrándonos en la imagen que siempre nos han dado de sus trabajos, en esta ocasión han contado con la colaboración de Seth Siro Anton (Septicflesh) para la portada. Bajo mi punto de vista, la portada no tiene relación con lo que Draconian ofrece y concuerda mucho más una imagen poco trabajada y de aspecto tristón como la que han utilizado durante estos años, que esta especie de hombre (similar al utilizado en el último lanzamiento de los griegos) con calaveras y manzanas podridas. 

 Volviendo al aspecto musical, el nuevo enfoque de Draconian les ha llevado a crear a un trabajo que volverá a enganchar a sus antiguos seguidores, que costará un poco de escuchar a los nuevos pero que en ambos casos gustará. Su sonido característico, la perfecta y no saturada combinación y estructuración de las voces femeninas y masculinas, así como esas pequeñas nuevas influencias que les han añadido, hacen que este disco se posicione como su trabajo más completo y maduro. 

 13 Dic '11 

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