15 Enero 2011
Sala Moog, Barcelona
Iniciamos la temporada de conciertos con una ronda de grupos nacionales. Un cartel que en un principio lo componían los madrileños Aathma y los barceloneses Vortice y Warchetype, quedó modificado a pocos días del concierto cayéndose Vortice y actuando, en su lugar, Cabestro.
Llegué a la Sala Moog poco antes de las diez y con Warchetype ya en el escenario. Esta sala, discoteca desde hace años pero adaptada a conciertos desde hace poco, consta de un escenario donde apenas caben cinco personas. La sala tampoco es muy grande que digamos, con una capacidad de unas ochenta personas aproximadamente; pero viendo como está el panorama en cuanto a salas de conciertos y todo el proceso que conlleva poder organizar un evento, hay que agradecer que aún haya lugares donde realizarlos.
Cual fue mi sorpresa el entrar y ver tan solo a 15 personas, incluyendo a los camareros, viendo al grupo barcelonés. Cierto es que ese mismo día actuaban Looking For An Answer en Tarragona y pese a que los grupos ofrecen estilos dispares, el publico es bastante similar. Como no, la vuelta a los conciertos hace toparte con la cruda realidad del panorama musical español viendo, una vez más, que muchos grupos no tienen lo que se merecen.
Las dos únicas canciones que pude escuchar forman parte de su último disco ‘Ancestral Cult Of Divinity’, considerado por varios medios como uno de los mejores discos del año en el ámbito nacional, llamadas “Dealing With The Devil” y “Amon Wolf”. Como es habitual en el grupo, ofrecieron un directo espectacular, completamente entregados al poco público que había, y con el cantante Iban intentando, frustradamente, animar un poco el ambiente. Personalmente, el hecho de haber escuchado en directo “Amon Wolf”, la que es para mí la mejor canción del disco, fue la recompensa por haberme perdido el resto de la actuación.
Desconocía la existencia del siguiente grupo: Cabestro. Me sorprendió que
fueran los segundos en actuar debido a que apenas son conocidos en la escena
underground, pero me imagino que Warchetype actuaron en primer lugar ya que el
cantante Iban tenía otro concierto con uno de sus múltiples proyectos.
La
propuesta musical de Cabestro, una mezcla entre el Hardcore y el Grindcore, no
acabó de convencerme. Hay tablas en el grupo, solo hay que ver que lo forman
componentes de Vortice o Moksha, pero les encuentro demasiado ‘guarros’ para mi
gusto. Muchos blast beats y velocidad, o como se dice vulgarmente mucha tralla,
y están bien para pasar un buen rato y caldear el ambiente, pero poco más. Eso
sí, a su favor tengo que decir que fue el momento con más gente en la sala. Fue
acabar Warchetype y la sala se llenó de gente variopinta, muchos de ellos
seguidores del grupo. Cabestro tiene apenas dos años de vida, veremos si con el
tiempo y la experiencia acaban de perfilar su sonido.
Por último salieron a escena los madrileños Aathma. Tenía muchas ganas de
verles en directo y saber si presentarían material nuevo (en forma de temas)
tras la edición de su disco debut 'The Call of Shivá en 2009. El concierto
estuvo correcto, con el grupo moviéndose acorde con la música que hacen, aunque
tuvieron un pequeño problema técnico que supieron resolver.
No sé si sería porque ellos alargaron los riffs o porque, personalmente, este tipo de música me es mejor o peor recibida según el estado de ánimo, pero hubo ratos en donde transmitieron muchísimo con su mezcla de Doom y Post Rock, y otros en donde se me antojaban monótonos. Igualmente las partes negativas son pequeños momentos y en el concierto se pudo percatar lo que ofrecen en el disco: unos sonidos machacantes adornados con una voz muy cuidada y versátil. “Oaks” fue sin duda alguna la canción que más gustó a los asistentes, con toda la sala Moog volcada con ellos.
No sé si sería porque ellos alargaron los riffs o porque, personalmente, este tipo de música me es mejor o peor recibida según el estado de ánimo, pero hubo ratos en donde transmitieron muchísimo con su mezcla de Doom y Post Rock, y otros en donde se me antojaban monótonos. Igualmente las partes negativas son pequeños momentos y en el concierto se pudo percatar lo que ofrecen en el disco: unos sonidos machacantes adornados con una voz muy cuidada y versátil. “Oaks” fue sin duda alguna la canción que más gustó a los asistentes, con toda la sala Moog volcada con ellos.
Como punto y final simplemente comentar lo mismo de siempre y que parece que es el cuento de nunca acabar. Se organizan buenos conciertos, con grupos de calidad del país, incluso referencias dentro del estilo (¿quién no asocia Doom español y Warchetype y/o Aathma?), a precios de risa (7€) y la respuesta es pobre. En este caso hubo la suerte de que Cabestro movieron a muchos de sus amigos e hicieron bulto, pero realmente éramos cuatro gatos disfrutando del concierto. Y para colmo tenemos que aceptar esta situación como el pan de cada día, una auténtica lástima. Hay nivel y se desprestigia, para variar. |
19 Enero 2011
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