sábado, 8 de octubre de 2011

DEVIN TOWNSEND PROJECT - Deconstruction

DEVIN TOWNSEND PROJECT - Deconstruction
Inside Out Music, 2011
Puntuación: 9/10

Presentar a Devin a estas alturas es innecesario. Muchos no vieron más allá de los sonidos lisérgicos de su principal proyecto Strapping Young Lad, otros supimos como apreciar el cambio de lo extremo a unas fusiones provenientes del Pop, del Jazz y del Ambient. Después de la saturación que tuvo Devin Townsend, llegando a disolver el grupo que le llevó a la fama y dejando atrás todos sus otros proyectos y colaboraciones, incluso llegando a decir que se retiraba del mundo de la música porque le había llegado a consumir, dejó reposar esta sensación unos años, sanó, volvió en sí y decidió crear Devin Townsend Project. Anunció este nuevo proyecto como su vuelta a la música, a hacer lo que su corazón le dictaba, dándole absolutamente igual la opinión de los demás y contentando la suya propia, tal y como debe ser. Sus seguidores se tiraron de los pelos y más cuando anunció que este nuevo proyecto estaría compuesto por cuatro discos que serían editados en un plazo de dos años (dos editados en 2009 y dos en 2011). De ellos solo avanzó que ‘Ki’ sería un disco ambiental, ‘Addicted’ el más Pop y comercial, ‘Deconstruction’ el más extremo y de ‘Ghost’ simplemente dijo que era una incógnita. Llegado el día en que se editan los dos discos que cierran esta saga, algunas cosas se han cumplido (como lo dicho respecto a ‘Ki’ y ‘Addicted’) y han cambiado otras: se ha descifrado como será ‘Ghost’, ha añadido un disco más a esta saga llamado ‘Ghost 2’ y, para colmo, revivirá The Devin Townsend Band para editar una segunda parte de su disco conceptual más ilógico (líricamente hablando) conocido como ‘Ziltoid, The Omniscient’.

Antes de seguir, me gustaría hacer un inciso. Realmente tanto ‘Deconstruction’ como ‘Ghost’ van a ver la luz el mismo día, pero tres meses antes de su salida la discográfica ya ha enviado las promociones respectivas y ya se puede encontrar ‘Deconstruction’ en la red. A mi este gesto no me parece bien, una cosa es hacer la promoción dos-tres semanas antes de su edición y otra muy distinta es tres meses antes… la gracia se pierde y realmente felicito al fan que aguante tres meses sabiendo que puede escuchar el disco gratuitamente y no lo haga, mucha fuerza de voluntad. Y por otro lado está el tema de la discográfica, viendo la crisis que hay en el mercado musical deciden hacer este gesto, sabiendo que siempre se cuela por Internet un disco, por más que haya exclusividades y métodos de sanción para la persona que lo hace. Mucha fe tiene la discográfica en los fans y en la expectación que envuelve a Devin Townsend.

Dicho esto, centrémonos en lo que nos concierna. Dejando de lado las descripciones del propio protagonista respecto a como sonará este largo, con tan solo leer quiénes colaboran en el disco, ya esperas que será una auténtica obra de arte. Y pongo el track-list entero junto a las colaboraciones porque es necesario que se vea a tanto genio junto:
1. Praise the Lowered (featuring Paul Kuhr of Novembers Doom)
2. Stand (featuring Mikael Akerfeldt)
3. Juular (featuring Ihsahn, ex-Emperor)
4. Planet of the Apes (featuring Tommy Rogers of Between the Buried and Me)
5. Sumeria (featuring Joe Duplantier of Gojira and Paul Masvidal of Cynic)
6. The Mighty Masturbator (featuring Greg Puciato of Dillinger Escape Plan)
7. Pandemic (featuring Floor Jansen of After Forever)
8. Deconstruction (featuring Oderus Urungus of Gwar and Fredrik Thordenal of Meshuggah)
9. Poltergeist
Este señor sabe como escoger a sus músicos a la perfección. Si a esto le añadimos que no tiene suficiente con el batería que le ha estado acompañando durante tantos años, Ryan Van Poederooyen (Terror Syndrome, The Devin Townsend Band), y que necesita otro mucho más extremo para que se alternen en los distintos cambios musicales del disco, contratando al espléndido Dirk Verbeuren (Soilwork, Scrave, Aborted), señores, lo que puede salir de aquí es, vamos, sobrenatural. A toda esta expectación falta añadirle la pieza clave que engloba todo el disco: la grandilocuencia que aportan las harmonizaciones de la Orquesta Filarmónica de Praga.


Empecemos a hablar del disco…. la primera referencia que tenemos es que es el más extremo de esta saga y tal y como se inicia, nadie lo diría. Tanto “Praise The Lowered” como “Stand” son una auténtica montaña rusa: inicios calmados, con un intenso crescendo hasta conseguir el clímax y mostrar su lado terrorífico, volviendo de nuevo a la tranquilidad. A estas alturas no es de extrañar, entre otros aspectos, es uno de los sellos de Devin Townsend. Al igual que las letras, que bien pueden explicar lo sencilla que es la vida gracias a las drogas dejando atrás toda responsabilidad y cordura, como repartir cera y mandar a la sociedad a tomar por saco, sobretodo a todas aquellas personas que se creen superiores por defender unos ideales solo por moda y creyendo que por ello son mejores personas, cuando realmente lo que necesitan es madurar y ayudarse a sí mismos a ver como es realmente la vida, sin corazas y afrontando sus propios miedos. Como siempre, también hay lugar para la lírica amorosa, todos conocemos la parte hippie de Devy, al igual que conocemos su faceta estúpida. Después de un disco conceptual sobre un extraterrestre que viaja a La Tierra a por café, pocas cosas hay más estúpidas que esta para escribir, o así creíamos hasta ahora. En fin, podría diseccionar el largo canción por canción pero esto nos llevaría horas y horas y tanto vosotros como yo acabaríamos tirando la toalla, así que he optado por lo más lógico y que cada uno, cuando escuche el disco, interprete la locura insana de Devin como quiera, que de eso mismo trata el arte.



En el disco encontramos muchísimas referencias a su añorado proyecto Strapping Young Lad, sobretodo de los discos ‘Alien’ y ‘City’, siendo este último el que más viene en mente conforme avanza el disco con canciones como “Pandemic” y “Poltergeist”. También vemos referencias a la música que hacen sus artistas invitados como por ejemplo en “Juular”, en donde colabora Ihsahn, que tiene una parte blackmetalera con los clásicos blast beats magnificados por las orquestaciones, que queda que ni pintado para el señor Ihsahn; y “Planet of the Apes” compuesta por unos riffs entrecortados y pesados propios de Between The Burried and Me. Pero pese a todas estas fusiones y contar, debidamente seleccionados, con los mejores intérpretes invitados para las composiciones del canadiense, hay dos canciones que destacar por encima del disco y que realmente significan una revolución. La primera es una canción de casi 17 minutos llamada “The Mighty Masturbator”. No, no está inspirada en la pintura de Dalí, no, tampoco habla sobre sexo, realmente ni sabría deciros de qué trata exactamente, pero para qué os hagáis una idea tenemos: un inicio extraído de una balada de esas que hacen historia que podría estar firmada por cualquier grupo de Hard Rock de los ochenta, unos coros sublimes que en su momento Beethoven creó y revolucionó con su Novena Sinfonía, discursos absurdos con gramolas de fondo que Devy introduce así porque sí en medio de la canción y, de repente, un drástico cambio a sonidos distorsionados y una base Dance englobada por Devin haciendo un discurso cual Hitler, llegando a un estribillo que podría haber hecho perfectamente cualquier grupo de radiofórmula, es más, te incita a desfasar como si estuvieras en el podio de una discoteca, cerrando el tema con una armonía de final feliz cual película como si hubiera sido extraída de la banda sonora de Nightmare Before Christmas. Esto sí es una paja mental y lo demás son tonterías.
La otra frikada a destacar es la canción que da título al disco: “Deconstruction”. ¿A quién se le ocurriría grabar sus gases e introducirlos en un disco como inicio de una canción? Al señor Townsend, como no. ¿Recordáis esos riffs cual leitmotiv de su disco ‘Ziltoid, the Omniscient’ que aparecían siempre cuando iba a hablar el carismático extraterrestre? Aquí tenemos algo similar para presentar a una hamburguesa de queso. ¿Hace falta contratar a un coro profesional para hacerle un himno a una hamburguesa? La cara que habrán puesto los checos al enterarse que tenían que cantarle a una hamburguesa de queso seguro que es para enmarcar. Esta frikada, porque no tiene otro nombre, recuerda muchísimo al ultimo disco mencionado, con sinfín de solos, riffs muy rápidos adornados por sampleados junto a los coros ya citados, que luego desaparecen y dejan paso a un caos sonoro, muy en la onda de “All Hail The New Flesh” del disco ‘City’, envuelto por riffs que podrían estar firmados por los mismísimos Necrophagist, para acabar con la impresionante voz lírica de Devin, que hacía años que no nos mostraba y que muchos de sus seguidores creíamos que no escucharíamos de nuevo debido a su desgaste. El toque final es un eructo, precioso cuanto menos.

Dicho esto, volver a remarcar lo ilógico e indescriptible que es este disco. Realmente es su trabajo más insano, sin drogas de por medio (cosa algo difícil de creer), que conforme escuchas de nuevo descubres pequeños detalles que se te habían pasado por alto. Este trabajo es el más elaborado con composiciones y fusiones ilógicas que ha sabido unir de un modo que puede parecer difícil de entender con la primera escucha pero que hace que tu oído te pida escucharlo de nuevo. Finalmente nos ha mostrado toda esa violencia que hacía años que había guardado y que muchos esperábamos, sobretodo por volver a encontrar citas a Strapping Young Lad. Quizá quede algo exagerado decirlo, y esto no lo digo como seguidora de la música de Devin Townsend, sino visto de un modo frío y comparándolo con los trabajos musicales que se han hecho hasta este año. ¿Quién ha podido ofrecer un disco tan variado y rico? Nadie y estoy segura que, aunque pueda pasar desapercibido a los grandes oídos por la música que practica, significa un antes y un después en el mundo de las mezclas de estilos. Realmente bizarro.


16 Mayo '11

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